Con profunda tristeza y con un profundo
coraje, atestiguamos el día de ayer como la ignominia se instaló en el Senado
de la República.
La dupla perversa PRI-PAN impuso un
procedimiento a todas luces irregular, atropellado mañoso. Así lo iniciaron,
así lo han implementado y así quedará escrito.
Este procedimiento va a ser recordado por su
discusión irregular, va a ser recordado como el momento de la oportunidad para
contrastar dos modelos de país que el PRI y el PAN decidieron omitir y así
manchar el prestigio del Senado de la República.
Es en verdad inconcebible lo que el Poder
Legislativo y el país han vivido en estos días.
Es inconcebible el mensaje que se ha enviado
a la sociedad. Discusiones en la sombra, métodos acomodados a intereses y a
cálculos políticos, cambios frecuentes y ajenos al reglamento, y de los que
fuimos perdiendo la noción porque a cada momento se le agregaban más,
imponiendo en todo momento su fuerza quienes poseen la mayoría numérica, pero evadiendo en todo
momento la argumentación y la exposición de razones:
Con su comportamiento en el trabajo en
comisiones, los senadores del PRI y el PAN demostraron no saber para qué sirve
una mayoría, además de reconocer tácitamente que saben que su reforma no es
popular y no le conviene a nuestro país.
Si se sienten tan orgullosos, ¿por qué no
dieron un debate de altura?, si están tan orgullosos, ¿por qué no usaron esta
tribuna una y otra vez hasta convencer, no a nosotros, a sus electores? Los
senadores del PRI y del PAN deben esa explicación a la República y a sus electores.
Hoy, 76 años después de la acción política
más importante que tuvo nuestro país en el siglo XX, la expropiación petrolera,
nos dicen que una visión de Estado ya no es adecuada para el país y que es
necesario construir un nuevo modelo, lo dicen en los spots y lo dicen en las
declaraciones a la prensa, pero jamás se atrevieron a decirlo en tribuna, jamás
los vi debatir intentando convencer a la gente de que ésta es una buena
reforma.
Hoy, el absurdo se ha convertido en la regla
para establecer procedimientos legislativos en el Senado. Ése estilo de
modificación tras modificación para sujetarse a los intereses extra
legislativos, marcan para las próximas décadas este modo impropio y deficiente
de conducir un debate de la mayor trascendencia para los mexicanos.
Es de verdad una vergüenza para el Senado de
la República haber realizado esta discusión sin respetar el reglamento
parlamentario y sin una discusión abierta y seria. Sabemos que en la democracia
la mayoría es quien define el rumbo de las cosas, los senadores del PRD jamás
hemos estado en contra de la regla de la mayoría, pero la mayoría no debe
servir para imponerse, no sirve para ultrajar a la minoría.
No podemos permitir que haya senadores de
primera y de segunda y a nuestros compañeros de Acción Nacional se los decimos
desde ahora, mucho cuidado, porque lo que hoy nos hicieron a nosotros y al
pueblo de México, mañana les puede ocurrir
también a ellos en otra circunstancia.
Lo que ocurrió en el Senado de la República
es muy grave: En el PRD no podemos coincidir con quienes usan su posición para
comprometer el futuro del país. No podemos ser cómplices de una simulación como
esta. Nos oponemos a sumarnos a este circo republicano y por ello decidimos
retirarnos del debate en comisiones.
Nos retiramos en un intento por salvar la
dignidad del Senado de la República. Nos vemos en el Pleno. Ahí se dejará
constancia del papel de cada integrante de esta legislatura y los mexicanos
podrán constatar los compromisos de cada senador y de cada partido.
**Intervención en tribuna. 15 de julio de
2014. Senado de la República.
* El autor es Senador por Chiapas por el PRD
y secretario de la Comisión de Estudios Legislativos Primera.
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