Septiembre en Chiapas

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viernes, 26 de octubre de 2012

Mensaje del Senador Robledo sobre las reservas del Artículo 364 Bis de la Ley Laboral relativo a la autonomía sindical en  los Sindicatos
                                             Con el permiso de la presidencia
Honorable asamblea
En un verdadero estado democrático, la transparencia es el instrumento fundamental de los ciudadanos para establecer un control sobre el ejercicio del gasto y actuación de las instituciones que utilizan recursos públicos.
En materia sindical, el principio no es excepción ni debe ser patente para continuar enriqueciendo el bolsillo de líderes cuyo discurso laborista, por cierto anacrónico y propio de un México que queremos dejar atras, encubre a los nuevos  magnates de la producción capitalista, cuyas fortunas están basadas en la opresión,  el engaño y la traición a su propia clase social; conductas que el marco normativo, vigente desde la época de Luis N Morones y de Fidel Velásquez, permite con toda impunidad.
La discusión de este artículo, el 364 bis establece que en el registro de los sindicatos se deberán observar los principios de legalidad, transparencia, certeza, gratuidad, inmediatez, imparcialidad y respeto a la libertad, autonomía y democracia sindical.
Si bien los sindicatos no están bajo una figura de derecho público, los trabajadores adquieren derechos y obligaciones al integrarse a una asociación sindical, dentro de las cuales, se encuentra el pago de cuotas para el mantenimiento de la propia organización.
La regulación sindical establecida en la Ley, tiene un doble aspecto: la parte de la autonomía sindical consagrada en la Constitución y la obligación de la autoridad de darle certeza a la constitución de los sindicatos y verificar que cumplen con las obligaciones que establece la ley.
El sentido del artículo que se analiza es garantizar principios rectores desde el momento del registro de una agrupación sindical.
Los sindicatos tienen su fundamento constitucional en el derecho de los trabajadores de asociarse para la defensa de sus intereses comunes, contenido en el apartado A fracción X del artículo 123 constitucional. La fracción XVI del mismo apartado y artículo señala que tanto obreros como empresarios pueden formar sindicatos para la defensa de sus respectivos intereses.
Estas organizaciones de trabajadores pertenecen al sector social de la economía nacional según lo dispuesto por el artículo 25 constitucional, el cual también establece la rectoría del Estado sobre este sector, a fin de garantizar el régimen democrático, la justa distribución del ingreso y la riqueza y, el pleno ejercicio de la libertad y la dignidad de los individuos, grupos y clases sociales.
En este sentido la transparencia sindical significa el fortalecimiento de los derechos de los agremiados y del sistema económico nacional, fomentando la competitividad, la confianza y la rendición de cuentas de estas organizaciones.
Nos queda muy claro, la autonomía sindical es un derecho de la clase trabajadora, pero  ese derecho es para evitar la intervención indebida de los patrones o de instancias del estado.
La autonomía es para resguardar derechos de los trabajadores, NO para limitarlos.
Nuestra propuesta debe entenderse desde una Visión de Estado, no desde el reducido espacio del interés patrimonialista.
La transparencia NO vulnera ni trastoca a la autonomía sindical.

No incorporar la transparencia y democracia sindical en la reforma laboral que nos ocupa, es seguir alimentando un modelo de organización gremial corrupto, que frena el desarrollo económico, que lastima la dignidad y el bolsillo de los  trabajadores y que se sobrepone a los principios que como nación tenemos.
¡Soberano es el pueblo, NO los sindicatos y mucho menos sus líderes!
La transparencia y la rendición de cuentas nutren y perfeccionan las organizaciones de los trabajadores, no las vulneran ni las debilitan.
NO puede haber un México democrático, sin sindicatos fuertes, vigorosos, democráticos y transparentes.
El Senado tiene la encomienda histórica de revisar que esta reforma laboral considere la democracia sindical, la transparencia y de rendición de cuentas.
No dar  paso a la transparencia y democracia laboral es dejar “mocha la ley”, convertirla en un remedo de lo que el país necesita, en la antítesis constitucional entre lo que somos y lo que pretendemos ser;  en la abominable creación de un Frankestein legislativo a cuyo paso el trabajador agremiado a los pequeños y grandes sindicatos, nos recuerden el yerro, la ligerezay la falta de voluntad política en nuestras decisiones.
Quien no este de acuerdo aquí con la transparencia y rendición de cuentas en los sindicatos que lo diga sin rodeos, sin lenguajes ocultos ni rebuscadas frases.
El día de ayer, como secretario de la comisión de estudios legislativos que dictaminó por parte del senado la reforma laboral, fui testigo del rechazo sistemático de una fracción de legisladores a la transparencia sindical. Hoy espero que la sensibilidad política y el interés de México dibujen una historia distinta.
Es cuanto, senador presidente

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