Septiembre en Chiapas

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viernes, 24 de febrero de 2012
De Desplazados y Nuevas Leyes
Por Zoé Robledo
El primer gran desplazamiento de población del mundo occidental fue voluntario y de naturaleza salvadora. Treinta y dos generaciones antes de Cristo, Moisés encabezó el éxodo del pueblo judío hacia la Tierra Prometida. En este proceso, los judíos llevaron su fe, su cultura y sus pocas pertenencias hacia un espacio anunciado y, tras perderse 40 años en el desierto, llegaron, más o menos felizmente a su destino. También la historia de México se inicia con un desplazamiento: el de los habitantes de la tutelar Aztlán, que emigraron hacia el sur -en un siglo todavía no determinado- seguramente como resultado de problemas ambientales que impidieron ya la vida humana misma. Al consolidarse el imperio, éste fue, a su vez, un permanente promotor de desplazamientos de pueblos que se negaban a pagar los tributos inherentes a su condición de vencidos.
Nuestra historia, pues, se puede escribir con la historia de los desplazados. Hoy, milenios después, las mismas necesidades siguen incitando ese fenómeno social, sobre todo en territorios donde las condiciones culturales, la conformación geográfica, la diversidad y la multiculturalidad, integran elementos latentes de desencuentro y vulnerabilidad.
Las personas internamente desplazadas son quienes se han visto forzadas u obligadas a abandonar su lugar de residencia por motivos de conflictos sociales o de catástrofes naturales y que, a diferencia de los refugiados, no han cruzado una frontera internacional. Generalmente, al dejar atrás vivienda, patrimonio, raíces y cultura; ponen en riesgo la vigencia de sus derechos más elementales. Como problema mundial es, incluso, más grave que el de los refugiados, porque es mayor y ha recibido menos atención: Actualmente, hay 16.2 millones de refugiados, en tanto que a lo largo y ancho del planeta hay más de 27.5 millones de desplazados internos.
Chiapas ha vivido en las últimas décadas sucesos dolorosos y aleccionadores: expulsiones de familias por motivos religiosos; la erupción del volcán Chichonal en 1982; el movimiento zapatista en 1994; el impacto del huracán Stan en el 2005; y más recientemente el deslizamiento de tierra en la comunidad de Juan del Grijalva en el 2007, a los que podrían añadirse los grandes proyectos hidroeléctricos iniciados desde la década de los años 50. Todos estos hechos tienen causas y orígenes diversos pero presentan un denominador común: el desplazamiento interno de población.
Se trata de un asunto serio y que debe atenderse de manera correctiva y, sobre todo, con las prevenciones, en todos los sentidos, que sean necesarias. Por esa razón, se ha promulgado la Ley para la Prevención y Atención del Desplazamiento Interno en el estado de Chiapas. Se trata de un ordenamiento que define el fenómeno y dispone medidas tanto de atención a los chiapanecos que se vean obligados a cambiar de residencia y de prevención ante el mismo problema. El deseo es el de no tener poblaciones desplazadas, porque los cambios forzados de lugar de vida son verdaderos dramas que hieren no solamente a los que sufren el problema, sino también a los chiapanecos sensibles ante las tragedias humanas. Lo ideal es que el problema no exista, pero cuando se presente, es necesario afrontarlo con recursos consistentes.
La nueva ley tiene varios antecedentes. En ella se recoge la visión del Ejecutivo del estado en el sentido de que el asunto debía atenderse y, en ese orden, presentó una iniciativa sobre el tema. También se tomaron en cuenta las reflexiones de organizaciones sociales y académicas, así como del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), recabadas en el "Curso-taller Internacional sobre Desplazamiento Interno" que se celebró en Palenque, Chiapas, en septiembre del 2011.
La ley en cuestión obedece también a las sugerencias de Helen Clark, administradora mundial del PNUD, en el Congreso de Chiapas señaló: "Las leyes a favor de las personas internamente desplazadas, representan la legislación más progresista del mundo".
Como ejes estratégicos, la ley plantea dimensionar permanentemente el fenómeno; conocer y prevenir las causas del desplazamiento interno; garantizar la atención humanitaria; mantener la vigencia de los derechos y generar programas especiales para atender a los desplazados.
En Chiapas, se han enfrentado distintos problemas generados por la pluralidad. Se han promovido diversas normativas que se relacionan con los derechos humanos y con una mayor equidad jurídica y social, para todos los chiapanecos. Si alguna mujer u hombre en Chiapas ve violados sus derechos, en realidad se viola el derecho de todos. Si a un sector le hace falta personalidad jurídica y social, la equidad no existe para muchos. Y si no existe para muchos, no existe para nadie. En esa tesitura, Chiapas está a la vanguardia en referencia a la agregación de ordenamientos jurídicos para una mejor y más justa convivencia. Con esta legislación para proteger la vida, el patrimonio y el conjunto cultural de los desplazados internos, se consigue un nuevo avance. Para valorarlo, se requiere la reflexión serena y la mayor objetividad posible. No es mucho pedir y, con ello, hay mucho que ganar.
El autor es diputado local por la Sierra Madre de Chiapas y autor de la ley en comento.
martes, 31 de enero de 2012
Newt Gingrich Precandidato del Partido Republicano : Conservador (y no tanto)
Los electores norteamericanos parecen ávidos de candidatos con reacciones humanas y Gingrich ofrece eso: es duro en los debates, pero sentimental con los votantes
Zoé Robledo ¿Qué es capaz de hacer un pasajero de avión que recibe un mal trato durante un vuelo? Algunos se quejan con las sobrecargos, otros levantan la voz buscando la complicidad del resto de los pasajeros, otros construyen mentalmente sólidos alegatos que terminan guardándose para sí. Pero existen otros tipos de pasajeros, como Newt Gingrich, que ante una descortesía a más de 10 mil pies, decide paralizar al gobierno del país más poderoso del mundo. Era el mes de noviembre de 1995. Bill Clinton era presidente de Estados Unidos y Newt Gingrich presidente del Congreso y líder de la oposición del Partido Republicano. La plana mayor de la política norteamericana se trasladó a Jerusalén para asistir al funeral del primer ministro Yitzhak Rabin, que acababa de ser asesinado. Un total de 24 horas a bordo del avión presidencial Air Force One en medio de acalorados debates sobre el presupuesto de ese año. Gingrich y el también republicano líder del Senado, Bob Dole, fueron ubicados en los asientos traseros de la aeronave y, según su versión, obligados a descender por la parte de atrás. Esto acrecentó el rencor de Gingrich por lo que las descortesías aéreas fueron el pretexto perfecto para que tomara una visceral decisión: romper las negociaciones con Clinton e ir al cierre de las operaciones del gobierno. La medida implicó cerrar varios departamentos federales y despedir a empleados administrativos. En su libro Lessons Learned the Hard Way (Duras lecciones aprendidas), Gingrich describió la excusa del avión como "el error más fácil de evitar" de su carrera. Y es que, a la postre, esa arremetida republicana fue el comienzo de la recuperación electoral de Clinton, que en 1996 consiguió la reelección y los republicanos perdieron nueve escaños en la Cámara. Gingrich aceptó que su resentimiento personal con Clinton aceleró su decisión: "Es una pena... pero es humano". Ese es Newt Gingrich, el hombre que podría convertirse en el candidato republicano rumbo a la Casa Blanca. Hombre de los noventa Durante los años noventa no hubo una figura republicana más prominente que la de Newt Gingrich. Fue él quien recuperó la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, se impuso como presidente de la misma (el primero del partido republicano en 40 años) y condujo la llamada "Revolución Conservadora" a través de un documento de su autoría: El Contrato con América, un decálogo de ideas inspiradas en la reminiscencias de la era Reagan (supresión del déficit público, adelgazamiento de los programas de gobierno e incremento de gastos militares. Todo envuelto en el celofán predilecto de los republicanos: la restauración de los valores tradicionales en torno a la familia, la moralidad y la religión). Desde su posición obtuvo victorias importantes. En 1995 la revista Time lo nombró persona del año. Gingrich es primordialmente un legislador. Lo fue durante 20 años (1979-1999) por el sexto distrito de Atlanta. Ahí se creó la imagen de político agresivamente partidista. De retórica colérica y exacerbada, nunca escatimó adjetivos para caracterizar a los demócratas: los llamó "pervertidos", "grotescos", "locos", "estúpidos", "corruptos" y "obsesionados con un Estado de asistencia social". Su imagen comenzó a mutar a la de un opositor interesado en frenar proyectos y desmantelar conquistas sociales más que en construir sistemas alternativos. Encabezó ataques contra los demócratas sobre asuntos de ética. Aunque el tema le recularía más tarde, ya que fue multado con 300 mil dólares por usar fondos exentos de impuestos para pagar por un curso que él estaba enseñando y que tenía claros tintes políticos. Razón por la que tuvo que renunciar en 1998 a la Presidencia de la Cámara de Representantes. Cuatro años duró su liderazgo frente a los republicanos. Se fue con una frase dilapidante: "Estoy dispuesto a liderar... pero no estoy dispuesto a presidir sobre caníbales". Gingrich se retiró de la política durante varios años... hasta esta elección. Vuelto a nacer ¿Cómo revivió este hombre? El autor del milagro tiene un nombre: Mitt Romney. Las vacilaciones sobre su credo conservador, la ambigüedad de sus posiciones y las incesantes revelaciones sobre el origen y manejo de sus cuantiosas finanzas personales, hacen de Romney un candidato vulnerable frente al electorado más conservador. Y cuando los republicanos levantan la mirada para ver la baraja, la segunda opción es Gingrich. Esto se pudo observar en la elección primaria de Carolina del Sur, donde el electorado más conservador le dio una amplia victoria a Gingrich sobre Romney. El oxígeno que da vida a Romney es su posición de ser el candidato más competitivo en la elección general de noviembre, la que vale, contra Obama. Si no fuera por esto, la de Romney sería una candidatura inviable. Pero hoy, lo cierto es que nadie presenta una candidatura competitiva fuera de la arena republicana. Gingrich frente a Obama pierde en todas las encuestas por un margen de 10 puntos porcentuales. ¿Qué puede ocurrir? Que gane el mejor republicano y no el mejor candidato. Para que esto ocurra, Gingrich deberá obtener un buen resultado en Florida (31 de enero) y echar su resto en el Súper Martes que se celebrará en Texas el 6 de marzo. Pero más allá de su posible candidatura, muchos se preguntan: ¿es posible pensar en una Casa Blanca con Gingrich? A sus 68 años Gingrich insiste en que se ha calmado y ha madurado. Pero es difícil de borrar de la memoria de la clase política sus irreprimibles impulsos. Steve Gillon, autor del libro The Pact: Bill Clinton, Newt Gingrich, and the Rivalry that Defined a Generation (El pacto: Bill Clinton, Newt Gingrich y la rivalidad que definió a una generación) señala: "Ese es el verdadero defecto de Gingrich. Si se le da la oportunidad, él da rienda suelta a ese demonio. Pero, si se le pueden poner límites, creo que sería un Presidente exitoso, centrista, dispuesto a negociar, un conservador práctico". Él asegura que ha cambiado. Sin embargo, es válido cuestionar si ese cambio es necesario. Su retórica, su grandilocuencia y su capacidad de polemizar podrían traer un debate más auténtico e interesante a una contienda que transita por los aburridos bordes de lo políticamente correcto. Ese, a diferencia de lo que ocurrió en los noventa, puede ser un punto a favor. Los electores norteamericanos parecen ávidos de candidatos con reacciones humanas, que se salen del guión, que exageran y se emocionan. Y vaya que Gingrich cumple esos atributos: es duro en los debates y sentimental con los votantes. Hace unas semanas lloró al hablar de su madre. Por otro lado, Gingrich ha puesto a la mesa una serie de interesantes ideas y programas. La más destacable: Reforma migratoria que incluya la legalización de los "sin papeles" que llevan décadas en Estados Unidos. Es el más moderado de los aspirantes republicanos en ese tema y está a punto de sumar puntos importantes entre el electorado hispano cuando dé a conocer a su compañero de fórmula que, según ha anunciado, será un político latino que podría estar entre Marco Rubio, senador por Florida de origen cubano, o la gobernadora de Nuevo México, Susana Martínez. ¿Qué se opone a la candidatura de Gingrich? El propio Newt. Y es que lo persigue una serie de escándalos financieros y sentimentales. Gingrich fue infiel a su primera mujer, Jackie Battley, su ex profesora de geometría con la que se casó a los 19 años. En 1981, se casó con su amante de entonces, Marianne, a la que también traicionó durante años. La dejó por Callista, una empleada 23 años más joven que él y tercera esposa desde 2000. Lo más llamativo quizá sea que mientras mantenía su segunda aventura matrimonial, Newt Gingrich era uno de los que lideraban la campaña contra Bill Clinton por el caso Monica Lewinsky. Gingrich es muestra de que la moral de los candidatos, lo que pasa en sus vidas privadas, pesa en las elecciones estadounidenses. Si es correcto o no, es otro debate, pero considerar a la moral un elemento irrelevante sería ingenuo. La idea es simple, pero ha sido motivada durante años por los conservadores: un hombre que le miente a su esposa le puede mentir a su país. Ese fue el argumento que gente como Gingrich usó en los noventa para vincular las sórdidas relaciones de Clinton con diversas mujeres y su "imposibilidad" de ocupar la alta responsabilidad de la Presidencia. ¿Qué lo podría salvar? Una idea antigua y acorde con la moral conservadora: el arrepentimiento. |
lunes, 23 de enero de 2012
Mitt Romney Precandidato Republicano: Moderado y Competitivo
No tiene el carisma para la política actual, pero si gana las primarias puede convertirse en un serio competidor de Obama.
Zoé Robledo
Un hombre compite por la Presidencia de Estados Unidos. Es un mormón. Cree fervientemente que en 1823 un ángel llamado Moroni trajo a la Tierra unas tablas de oro, escritas en "egipcio reformado", en las que se narra que una tribu perdida de Israel cruzó el Atlántico 600 años antes de la era cristiana, habitó en América y tuvo contacto con Jesucristo, que vino a predicar después de su resurrección. Se llama Joseph Smith, fundador de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días. Es 1844, y Smith aprovecha su liderazgo religioso y se postula a la Presidencia. Acusado de autocrático y polígamo, fue encarcelado en Illinois y linchado por una turba el 27 de junio de ese año.
Hoy, otro mormón está cerca de la Casa Blanca. Se llama Mitt Romney y es el político que podría lograr una hazaña histórica: que un candidato republicano venza a un presidente demócrata en su intento por reelegirse. Se trata del resultado electoral menos frecuente; en 56 elecciones sólo ha ocurrido en dos ocasiones. La primera en 1888 y la segunda en 1980, cuando el presidente Jimmy Carter recibió la peor paliza de la historia electoral de Estados Unidos y se configuró la llegada al poder de Ronald Reagan.
¿Puede repetirse esa historia? ¿Es Romney lo suficientemente competitivo frente al presidente Barack Obama? ¿Es el nuevo Reagan?
Hijo de políticos, su padre George Romney fue gobernador de Michigan entre 1963 y 1969, y su madre, Leonore, fue candidata al Senado por ese mismo estado en 1970. De su familia también heredó la vena empresarial: George Romney fue director de la American Motors Corporation. De ganar la nominación republicana, se convertiría en el candidato más acaudalado de alguno de los dos partidos grandes. Y eso es mucho decir para una lista en la que han figurado los apellidos Kennedy y Bush.
Nació en Detroit en marzo de 1947. Estudió leyes y negocios en Harvard. En 1994 fue rival de Ted Kennedy por el escaño del Senado por Massachusetts. Romney perdió por un amplio margen. Se concentró en sus negocios. Fundó Bain Capital. En 2002 "rescató" los Juegos Olímpicos de Invierno de Salk Lake City que estaban condenados a convertirse en una debacle financiera. Con esa fama de buen administrador, accedió al gobierno de Massachusetts (2003-2007). Aspiró a la candidatura del Partido Republicano en 2008. Perdió frente a John McCain. Pero Mitt Romney es un político precavido. El día siguiente de su retiro de la contienda en 2008, Romney ya tenía los ojos puestos en 2012. Lleva cuatro años de metodológica expansión. Su estructura es lo suficientemente robusta para ganar la primaria y la elección general.
Ésa es la condición más fuerte de Romney frente a sus rivales republicanos: su competitividad frente a Obama en la elección general. Con esa carta ha obtenido una serie de victorias en las elecciones primarias de su partido. En la elección de Iowa, tradicionalmente conservadora, obtuvo una cerrada victoria; pero en New Hampshire -tradicionalmente liberal- obtuvo el 39 por ciento de la votación, seguido de lejos por Ron Paul con 23 por ciento y por Jon Huntsman con 17 por ciento; este último, ex gobernador de Utah, se retiró días después para sumarse a la candidatura de Romney como un fuerte prospecto a secretario de Estado en una eventual Presidencia republicana. Romney tiene el momentum para ganar la aduana de Florida (31 de enero), donde el dinero es el que manda. Romney ha invertido una cantidad considerable de recursos en este decisivo estado. Esa victoria podría ser definitiva para otorgarle la candidatura.
Sin embargo, no todo está dicho. Si la fórmula que hace competitivo a Romney entre votantes independientes es su moderación, entre votantes republicanos esto podría significar una debilidad. Y es que, aunque la tendencia ha sido favorecer posiciones extremas para luego optar por el candidato moderado, en esta etapa de la contienda se espera que el candidato republicano suscriba, con vehemencia, una lista de posiciones que, de acuerdo al semanario The Economist (The right Republican, enero 2012) son: "que el aborto debe ser ilegal en todos los casos; que el matrimonio gay debe estar prohibido; que los 12 millones de inmigrantes 'ilegales', incluso aquellos que han vivido en Estados Unidos por décadas, deben volver a sus países de origen; que los 46 millones de personas que carecen de seguro de salud sólo deben culparse a sí mismos; que el calentamiento global es una conspiración; que cualquier forma de control de armas personales es inconstitucional; que cualquier forma de incremento de impuestos debe ser vetada...".
El problema es que Romney no se ha posicionado claramente sobre estos asuntos, lo que pone en duda su conservadurismo. Arma de dos filos, esta situación lo fortalece frente al grueso del electorado, pero preocupa a los que le pueden otorgar la nominación. Para mantener su atributo de competitividad, Romney necesita obtener lo más pronto posible la nominación para ir a donde estará la contienda: contra Obama y en el centro.
¿Presidente o gerente general?
Otro de los atributos de Romney es su capacidad administrativa. Es un hombre que, a diferencia del Presidente y sus rivales republicanos, sabe de negocios. Fundó y dirigió durante 15 años una compañía en Boston llamada Bain Capital. Durante la década de los ochenta y noventa, la empresa tuvo una exitosa operación que consistía en comprar y administrar a empresas con problemas financieros, lo que muchas veces significaba vender sus bienes y hacer recortes masivos de empleados. La juguetería Toys R Us, Dunkin' Donuts, Staples fueron algunas de esas empresas. En su defensa, Romney ha señalado que, en su paso por Bain, aportó en la creación de 100 mil empleos. Aseveración muy difícil de comprobar. La apuesta de Romney es que, si la economía es la mayor preocupación de la población, su experiencia como un exitoso hombre de negocios puede jugar a su favor. Si la pregunta del 2008 fue si Estados Unidos estaba listo para un Presidente negro, la pregunta de 2012 podría ser: ¿debe dejarse todo en manos de un empresario?
Esta oferta podría ser muy atractiva para votantes independientes, lejanos de posiciones ideológicas y que desconfían de los políticos tradicionales. Sin embargo, ante acusaciones de pérdida de empleos por las operaciones de sus compañías, y la reciente revelación de que paga una tasa impositiva menor a la de la media, podría abrirle un frente devastador: que la gran virtud que quiere explotar sea, a la vez, su mayor vulnerabilidad.
A su favor, Romney podría tener que Obama está en un mal momento de su popularidad. La percepción no indica que Obama vaya a perder, pero por primera vez parece que puede perder. Ningún Presidente, desde Roosevelt, ha sido reelecto con una tasa de desempleo tan alta como la de hoy.
Mitt Romney no es un Reagan. Difícilmente podrá construir lazos de empatía emocional con los votantes norteamericanos. Pero las grandes interrogantes son: ¿es eso necesario?, ¿qué está buscando el electorado estadounidense este año? ¿Será la elección de noviembre un referéndum a Obama o la oportunidad de optar por una vía diferente?
Hay muchas razones para dudar que Romney ganará. Incluso para dudar si sería un buen Presidente. Pero una es inaceptable: su fe. Si el electorado estadounidense no vota por Romney por su pasado empresarial o por su forma de gobernar Massachusetts, son razones entendibles para la democracia más grande del mundo. No así el hecho de que sea miembro de una religión minoritaria, por más polémica que ésta sea. La religión no será su principal problema. Hay quienes calculan que hacer de la religión de Romney un tema de campaña sería políticamente incorrecto. Ya ha ocurrido en otras ocasiones. Como en 1960, cuando otro candidato de Massachusetts explicó que era un estadounidense compitiendo por la Presidencia, no un católico compitiendo por la Presidencia. Se llamaba John F. Kennedy.
Twitter: @zoerobledo
miércoles, 30 de noviembre de 2011
miércoles, 23 de noviembre de 2011
domingo, 20 de noviembre de 2011
Chiapas, Samuel Ruiz y los Muros de la Memoria
En los muros de honor de los congresos y otras instituciones, se reconoce a quienes participan de la construcción de la historia nacional o local. Estos muros son un homenaje a una trayectoria de vida y no a una coyuntura.
Zoé Robledo
Los muros son zonas de límite. Construcciones que dividen, que impiden el paso. Hay muros ignominiosos: el muro de Berlín; el muro de Cisjordania, que divide a Israel de los territorios palestinos; el "Muro de la Tortilla", vergonzosa construcción -antiecológica por añadidura- que algunos norteamericanos imaginan empeñosamente como la mejor forma de evitar la histórica migración de México a Estados Unidos.
Pero también hay otros muros, no necesariamente vinculados a la ingeniería de dividir sociedades. Muros con un significado más rico y humano. Entre ellos están los muros de honor, esos espacios que instituciones públicas, como los congresos, dedican en reconocimiento a quienes participan de la construcción de la historia nacional o local. Son los muros de la memoria.
En Chiapas, la LXIV Legislatura local ha reflexionado sobre su historia reciente. En consecuencia, las siete fuerzas políticas representadas aprobamos un decreto para reconocer, con la inscripción en letras doradas en el Muro de Honor del Salón de Sesiones del recinto legislativo, los nombres de ilustres y distinguidos protagonistas de nuestra historia que brindaron valiosos servicios y perdurables ejemplos. El reconocimiento fue para la escritora Rosario Castellanos Figueroa; el profesor Edgar Robledo Santiago; el poeta Enoch Cancino Casahonda; los ex gobernadores: Juan Sabines Gutiérrez, Manuel Velasco Suárez y Salomón González Blanco, y un personaje más: Samuel Ruiz García.
Es evidente que los nombres elegidos representan distintas generaciones, diferentes esferas del quehacer humano, diversas formas de ver y entender a Chiapas. Y es que la acción no tiene el fin de reconocer a quienes piensan igual, sino a quienes empeñaron su talento para hacer de Chiapas un lugar mejor, más próspero y más justo. Los muros de la memoria chiapaneca son espacios de chiapanecos libres y, por eso mismo, de ideas distintas. En ellos no debe prevalecer la unanimidad, que es el sustrato esencial del autoritarismo; sino la convivencia de las pluralidades. Temer a la pluralidad es temer a la libertad.
En ese sentido, el pasado 10 de noviembre, cuando se develó en Sesión Solemne el nombre de Samuel Ruiz, hubo dudas y cuestionamientos sobre las verdaderas aportaciones de quien fuera obispo de la diócesis de San Cristóbal durante cuatro décadas y presidiera la Comisión Nacional de Intermediación (Conai) durante el conflicto zapatista de 1994.
Es claro: Samuel Ruiz García es un gran aportante a la historia de Chiapas. Por sus propósitos de paz; por su permanente ejercicio del humanismo y por su intensa obra de reivindicación de los pueblos indígenas y, al mismo tiempo, la defensa de los derechos humanos de todos. Fue un personaje de respetada fe y acción, de iniciativa para construir. Su gran legado para Chiapas está en el hecho, a veces heroico y siempre generoso, de ayudarnos a conocer otros planos de nuestras realidades. De aceptar las diferencias y darle un sentido de orgullo a la diversidad. Don Samuel convocó a los mexicanos para conocer los puntos marginales de nuestra cultura y de nuestro ser. Su lectura de Chiapas la compartió generosamente por distintas latitudes y grupos sociales. Hizo una lectura de Chiapas y no la lectura del estado.
En su largo andar, don Samuel no cosechó unanimidades. No lo hace quien con vocación de cambio enfrenta una realidad de injusticia. Fue un hombre polémico dentro y fuera de la Iglesia, pero nadie puede regatearle el respeto por su entereza, por su convicción y por su coherencia. Don Samuel Ruiz, desde sus evoluciones a la Teología de la Liberación, siempre fue don Samuel Ruiz. Discutido o no, su vida comprometida fue un ejercicio de coherencia.
Por ello, es una honrosa atribución mantener en la memoria colectiva el legado de hombres como don Samuel Ruiz. Su inscripción en el muro de la memoria es un reconocimiento a una trayectoria de vida y no a una coyuntura. Es el reconocimiento de una sociedad madura, en su libertad y pluralidad, que ha construido y necesita engrandecer su cultura de paz y tolerancia.
Samuel Ruiz lo sabía, y es propio recordarlo: Chiapas será la casa de todos o no lo será de nadie. La justicia, cuando es parcial, solamente es una modalidad disimulada de injusticia. Por eso reivindicamos la idea de Don Samuel cuando advertía: "Construir y mantener la paz en la justicia es responsabilidad de todos. En la búsqueda de esa paz hemos de actuar movidos por un amor generoso y magnánimo, dispuestos al perdón y a la reconciliación".
Los muros de la memoria no dividen, unen, no concluyen el camino, sino recuerdan que hay distintos senderos para acercarse a la meta común. En Chiapas, reconocer nuestra diversidad, valorarla en sus aportaciones y darle un lugar en la historia es parte de nuestro empeño por vivir en armonía, en donde todos cabemos y todos somos necesarios. La justicia siempre convida a la paz. La libertad de pensar de unos es la libertad de todos.
El autor es presidente del H. Congreso del Estado de Chiapas.
viernes, 11 de noviembre de 2011
Mensaje del Diputado Zoé Robledo, Presidente del H. Congreso del Estado, durante la sesion Solemne de inscripción del nombre de Samuel Ruiz García en el muro de Honor del Congreso
Honorable Asamblea:
Con la presente sesión solemne el Poder Legislativo del Estado cumple el decreto aprobado unánimemente por ésta Soberanía el pasado 9 de agosto, en el sentido de reconocer mediante la inscripción en nuestro muro de honor, el nombre de ilustres y distinguidos protagonistas de la historia de Chiapas que brindaron a nuestra entidad valiosos servicios y ejemplos perdurables.
Los nombres inscritos en estos muros representan a hombres y mujeres de distintas generaciones, de diferentes esferas del quehacer social, con diversas formas de ver y entender a Chiapas. En nuestro muro se inscriben los nombres NO de quienes piensan igual sino de quienes inquebrantablemente quisieron hacer de esta tierra un lugar mejor, más próspero, más humano, pero sobre todo, más justo.
Hoy reconocemos a Samuel Ruíz García, un hombre de paz, sensible y humanista, con una gran obra de amor y reivindicación hacia los pueblos indígenas y de defensa de los derechos humanos. Hombre de fe y de acción, de iniciativa constructiva, de ideas libertadoras, el gran legado de Don Samuel Ruíz para Chiapas estará en el poderoso hecho de ayudarnos a conocer, a recordar, a aceptar, a enorgullecernos de nuestra diversidad.
Don Samuel no cosechó unanimidades. No lo hace quién enfrenta a la injusticia. Pero se ganó el respeto de todos por su entereza, por su convicción y por su coherencia. Hoy, retomo las palabras del Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, quien durante la entrega del Premio Internacional de los Derechos Humanos 2001 al entonces Obispo Emérito de Chiapas decía: “Don Samuel Ruiz supo asumir el anuncio y la denuncia, reclamando el derecho de las personas y los pueblos, la dignidad y el respeto que nos debemos unos a otros, buscando, acompañando, escuchando y abriendo los espacios para el diálogo y la resolución de los conflictos para encontrar los caminos de la paz, como fruto de la verdad y la justicia”.
Señoras y Señores:
Para esta 64 Legislatura es una honrosa atribución mantener en la memoria colectiva el legado de hombres como Don Samuel Ruiz. Su obra cinceló el rostro actual de nuestro estado.
Samuel Ruíz lo sabía y, en esta hora, aquí, lo recordamos: Chiapas será la casa de todos, o no lo será de nadie.
Hoy, en el Chiapas del Siglo XXI, nos empeñamos en perfeccionar nuestra vida democrática, en ser una sociedad más incluyente y tolerante, respetuosa de los derechos humanos y de mayor justicia con los pobres y con los pueblos indígenas, manteniendo vigente el anhelo y el ejemplo de Don Samuel Ruiz cuando él decía: “Construir y mantener la paz en la justicia es responsabilidad de todos. En la búsqueda de esa paz hemos de actuar movidos por un amor generoso y magnánimo, dispuestos al perdón y a la reconciliación.”
Muchas Gracias
lunes, 7 de noviembre de 2011
Obama, a un año de otra elección
La historia de presidentes norteamericanos que han buscado la reelección indica que la de Obama no será fácil, pero es alcanzable. Se han celebrado 56 elecciones presidenciales, en 31 el Presidente buscó su reelección, 21 lo lograron.
Por Zoé Robledo
Falta un año para la elección y son pocos los que creen que el presidente norteamericano logre reelegirse. La mayoría de las grandes casas encuestadoras le da la victoria a su rival del Partido Republicano, su aprobación presidencial está en uno de los puntos más bajos, perdió escaños en la elección legislativa intermedia y la prensa ya no sólo predice su derrota, sino que se pregunta con ironía: ¿cómo es posible que este individuo llegara a la Casa Blanca? "Sólo un milagro lo puede salvar", proclama la revista Time.
Es 1947 y son pocos los que apuestan por la reelección del presidente Harry S. Truman. El desánimo invade a los demócratas y su propio equipo de campaña. Sólo el propio Truman parece totalmente seguro de su victoria. Y es que el presidente tenía un plan: definir a su propio rival. El Presidente demócrata en su punto más bajo de popularidad enfrenta dificultades económicas, pero logra la reelección señalando a un Congreso dirigido por republicanos de los males de la nación.
¿Se podrá repetir esta historia en la elección presidencial que se celebrará exactamente dentro de un año, el 6 de noviembre de 2012? ¿Es Barack Obama el Truman de nuestros tiempos? Aaron Blake en el Washington Post (25 de octubre, 2011) asegura que la campaña en contra del "Congreso que no hace nada" (Do-Nothing Congress) es el referente más reciente de la excepción de una regla: "la gente siempre culpará al Presidente -y no al Congreso- por los infortunios económicos del país". Esto explicaría, quizá, por qué Obama ha adquirido un tono mucho más crítico a la hora de culpar a los republicanos. La gran pregunta es si esta estrategia es suficiente para asegurar la reelección ¿Apuntando sus baterías a un adversario distinto al candidato republicano lograría atraer mayores consensos? ¿Será eso suficiente para entusiasmar a su fiel base? ¿Podría ser este enemigo invisible el Tea Party y no el Congreso?
Para Blake, el argumento de la estrategia Truman tiene un hueco: no considera que, para el momento en que los norteamericanos salieron a votar en noviembre de 1948, la economía norteamericana estaba en plena recuperación. Según el Buró de Análisis Económico (www.bea.gov) en los tres cuartos previos a la reelección de Truman, la economía creció más del 6 por ciento. Y mientras la economía se recuperaba, lo mismo ocurría con la aprobación de Truman. Este escenario se presenta como poco probable para 2012, sobre todo luego de que la Reserva Federal (FED) recortara sustancialmente sus expectativas de crecimiento en 2012, bajándolas de entre el 3.3 y 3.7 por ciento al 2.5 a 2.9 por ciento. "El ritmo de avance podría ser frustrantemente lento", dijo el presidente de la FED, Ben Bernanke. Y más frustrante aun para Obama.
Otros analistas citados por Blake, como Zachary Karabell, autor de La última campaña: Cómo ganó Harry Truman la elección de 1948 (2000) señalan que hay más razones que simplemente los indicadores de crecimiento económico para predecir si un Presidente puede o no ganar la elección.
La historia indica que en la reelección de un Presidente norteamericano hay otros elementos de mayor peso. Uno de ellos, justamente el hecho de que sea el Presidente quien está compitiendo. Según autores como Harvey L. Schantz, profesor del departamento de Ciencia Política de la Universidad Estatal de Nueva York y autor de La elección presidencial norteamericana: Proceso, políticas y cambio (1996), el elemento estratégico de mayor peso en una elección presidencial en Estados Unidos es la presencia o ausencia del incumbent; es decir, el titular de la Presidencia como candidato. Una reelección se trata de una batalla por defender el título; el campeón vs. el retador. Y esto lo define todo.
Para Schantz, las ventajas del incumbent son varias: "Los presidentes adquieren el aura y la experiencia de despachar desde la Oficina Oval, sus actividades obtienen una gran cobertura mediática y tienen el poder de influir sobre el curso de eventos". Pero esto también conlleva cargas: al ser responsables del "estado de la Unión" (economía, paz, prosperidad), los vaivenes de la sociedad se toman en cuenta para evaluar al Presidente y tomar la decisión de reelegirlo.
Desde 1792 en Estados Unidos se han celebrado 56 elecciones presidenciales. En 31 de ellas un Presidente ha estado en la boleta buscando la reelección. En 21 ocasiones el Presidente ha logrado reelegirse y en 10 perdió la elección. Hasta ahí, todo indicaría que tiene algo de ventaja y que el electorado norteamericano es más proclive a apoyar a su Presidente que a despedirlo. Falso. O por lo menos no del todo cierto. De los 10 presidentes que perdieron la elección, cinco son del siglo XX y, aún más, tres de esas derrotas ocurrieron en los últimos 35 años: Gerald Ford en 1976, Jimmy Carter en 1980 y George H. W. Bush en 1992.
Cada uno tuvo sus causas, pero más importante fue, quizás, el candidato opositor. En los tres casos, el "retador" era percibido como un contendiente aceptable, como una mejor alternativa para una porción de aquellos que votaron por el Presidente en funciones en la elección anterior. En todos los casos había asimetrías notables, sobre todo en las dotes de comunicación y liderazgo de los candidatos: a Ford le ganó Carter; a Carter le ganó Reagan, a Bush padre le ganó Bill Clinton. Los candidatos retadores representaban una oferta radicalmente opuesta en cuanto a estilo, presencia e ideología.
Eso no ocurre en esta elección. De los ocho posibles contrincantes del presidente Obama, los mejor posicionados son Mitt Romney, ex gobernador de Massachusetts, y Herman Cain, magnate de la pizza. Romney tiene puntos flacos: primero, ya compitió antes por la candidatura republicana, en 2008 y ya fue derrotado. Segundo, los conservadores no olvidan su récord como gobernador de Massachusetts, donde estableció un esquema del sistema de salud que era parcialmente una copia al que Obama y los demócratas aprobaron nacionalmente. Tercero, es mormón; y esto, en un país que solamente ha votado por un Presidente no-protestante (Kennedy en 1960, que era católico) es un elemento de peso.
En el otro frente las cosas no son tan alentadoras. A Herman Cain, la esperanza conservadora de una impensable elección que enfrentaría a dos afroamericanos en las boletas, lo acechan acusaciones de acoso sexual. Al estilo de Clinton, se defendió diciendo: "nunca acosé sexualmente a nadie".
¿Qué nos dice la historia sobre lo que ocurrirá dentro de un año? Mucho. Y a la vez nada. Los casos anteriores indican que la reelección de Obama no será fácil, pero es alcanzable. A diferencia de Ford y Bush padre, Obama fue electo por una nueva mayoría, una estructura propia, bien organizada, y que no ha dejado de funcionar para apoyar sus políticas públicas. La imagen de Obama sigue siendo una eficiente máquina recaudadora de fondos, su equipo sabe utilizar las nuevas tecnologías del marketing electoral. Pero le falta lo más importante: reencontrar el discurso, articular un mensaje poderoso que logre sacarlo del limbo de la tibieza en el que ha estado sumergido los últimos meses. ¿Podrá eso ocurrir?
A diferencia de Carter, Obama parece más competente (y más presentable) que cualquiera de sus rivales. Su éxito está en volver a emocionar, por lo menos, a quienes lo apoyaron en 2008. El comentarista político Jeff Greenfield ha descrito la situación actual, a un año de la elección, utilizando la analogía de dos campistas que encuentran a un furioso oso fuera de su tienda de campaña. Mientras uno de ellos se apresura en ponerse sus zapatos, el otro lo increpa diciendo:
-"¿Estás loco?, ¡no puedes correr más rápido que el oso!".
-"No tengo que correr más rápido que el oso", responde el compañero, "sólo debo correr más rápido que tú".
Twitter: @zoerobledo
miércoles, 19 de octubre de 2011
Comentario de Zoé Robledo sobre la décimo segunda edición del Foro de Biarritz.
El pasado 13 y 14 de octubre se llevó a cabo la 12va. edición del Foro de Biarritz, en República Dominicana. En él participaron importantes personalidades de Europa y América, para tratar temas de integración y cooperación entre ambos continentes. Diversos actores fueron testigos de este Foro que en cada edición deja nuevos aprendizajes y retos.
viernes, 14 de octubre de 2011
Mensaje del Diputado Zoé Robledo durante la Sesión Solemne con motivo de la inscripción del nombre del poeta Enoch Cancino Casahonda en el Muro de Honor del Congreso de Chiapas
Honorable Asamblea
Distinguidos invitados, familiares y amigos del Dr. Enoch Cancino Casahonda.
Amigos miembros de la comunidad literaria.
Señoras y señores:
Para el Honorable Congreso del Estado Chiapas resulta altamente satisfactorio celebrar esta sesión solemne, y con ella proseguir con la tarea de reconocer a quienes han contribuido de manera destacada a la construcción de un mejor Chiapas, a quienes han hecho trascender el nombre de nuestra entidad, por sus contribuciones desde distintos planos del quehacer humano, en la vida pública del estado y la nación.
Inscribir en el muro de honor de este recinto legislativo el nombre de mujeres y hombres ilustres que forman parte de nuestra historia contemporánea, es hacer un merecido homenaje a su vida, a su obra y a su ejemplo, y un llamado colectivo a mantener permanentemente en nuestra memoria su legado.
Para quienes conformamos la LXIV legislatura del estado, es un deber y al mismo tiempo un privilegio, hacer, a nombre del pueblo de Chiapas, un reconocimiento perdurable a quienes han hecho de esta noble tierra un mejor lugar para todos nosotros y para las generaciones venideras.
Hoy, nos convoca un hombre que es sinónimo de amor por Chiapas, de palabra sencilla y de sentimiento hondo, de verso lúcido y de poesía esencial y sorprendente: Enoch Cancino Casahonda, nuestro entrañable Noquis.
El Honorable Congreso del Estado, por acuerdo de sus integrantes, reconoce la trascendencia de la labor humana, política y literaria, del Dr. Cancino Casahonda y rinde un justo homenaje a quien, en palabras de Oscar Wong, fue un “poeta profundo, capaz de enaltecer y rescatar las fibras más últimas del alma humana debido a la desnuda intemperancia de su verso”.
Registrar el nombre de Enoch Cancino en estos muros, es una invitación permanente para acercarnos a su vida, a su ejemplo, a su glorioso tiempo, pero sobre todo a su palabra y una forma de hacer recíproco el sentimiento de un pueblo hacia el hombre que inscribió a Chiapas en el cosmos.
Decían algunos extraños, hace ya muchas décadas, con ánimo de poco elogio, que lo único que abundaba en Chiapas eran los poetas. Casi cualquier chiapaneco – añadían- hace versos para todas las ocasiones. Qué bueno que así sea: en Chiapas hay poetas y hay, lo que no es frecuente en otras latitudes, una poesía mayor. Una poesía que se pasea por la mente de los chiapanecos con palabras sencillas y esencias encantadoras.
En Don Noquis Cancino su poesía se corresponde con la aristocracia literaria de la sencillez: es una suma de palabras entendibles que conducen al universo selecto de lo profundo.
Enoch, nuestro Noquis, es el poeta del pueblo en un pueblo de poetas y es un honor para el Congreso del Estado que su nombre y su recuerdo permanezcan para siempre en estos muros.
Muchas gracias.
jueves, 6 de octubre de 2011
Opinión del Diputado Zoé Robledo en Proyecto 40 en torno a la disminución del rezago social en Chiapas
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social, el "CONEVAL", presentó su Índice de Rezago Social 2010. Este índice resulta muy interesante ya que en un solo dato evalúa indicadores como: nivel educativo, acceso a la salud, servicios y calidad de vivienda. Se trata de una fotografía en el tiempo que permite ordenar, de mayor a menor, el rezago social de los estados y los municipios. De tal forma, es buena evidencia para ver quien está bien, y quién no, en materia social.
lunes, 3 de octubre de 2011
El diputado Zoé Robledo participó en el Taller Internacional sobre Población Internamente Desplazada en Palenque
En Palenque se llevó a cabo el primer “Curso – Taller Internacional sobre Desplazamiento Interno, Protección y Soluciones Duraderas”, como parte del esquema de cooperación entre el Sistema de Naciones Unidas y el Gobierno de Chiapas. En el evento, se trató el problema de las familias y comunidades que por causas sociales, religiosas, políticas o ambientales, se ven forzadas a abandonar su lugar de residencia, poniendo en riesgo la satisfacción de sus necesidades básicas y la vigencia de sus derechos.
Organizado conjuntamente por el Congreso y el Gobierno del Estado de Chiapas, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el Instituto Brookings de la London School of Economics y el Programa para una Cultura de Paz de Naciones Unidas, se dieron cita en la ciudad de Palenque, representantes de organizaciones no gubernamentales, instituciones defensoras de los derechos humanos, legisladores locales, magistrados del Poder Judicial del estado, representantes de familias desplazadas, así como académicos e investigadores de prestigiadas universidades y servidores públicos de primer orden del gabinete del gobernador Juan Sabines Guerrero.
El relator especial de las Naciones Unidas para los Refugiados, Sr. Chaloka Beyani, envió desde la sede de la ACNUR en Ginebra, Suiza, un mensaje a los participantes, en donde destacó que “Chiapas está hoy en día asumiendo una posición de liderazgo en muchos aspectos humanitarios que representan también prioridades para el Sistema de las Naciones Unidas” y apuntó la importancia de enfrentar los problemas y vulnerabilidades de la población desplazada a través de instrumentos legislativos.
“Hay muchos procesos sociales, políticos, económicos o ambientales que provocan el desplazamiento de población, muchos de ellos previsibles. Es una primera obligación del Estado en su conjunto atenderlos y evitar el desplazamiento de población. Pero ante eventuales, y muchas veces imprevisibles fenómenos, hay que desarrollar capacidades institucionales y garantizar el trato humanitario y la defensa de los derechos de quienes se ven forzados a dejar no solo su vivienda y su patrimonio, sino también su cultura y sus raíces”, señaló el diputado Zoé Robledo en su intervención.
La Lic. Blanca Ruth Esponda, Coordinadora General de Gabinetes del gobierno de Chiapas, en representación del Gobernador Juan Sabines Guerrero, destacó la labor de estos últimos años en el estado a favor de la vigencia plena de los Derechos Humanos y el mejoramiento de las instituciones y de la vida pública como medio para lograrlo y explicó el modelo de las Ciudades Rurales Sustentables para atender a poblaciones desplazadas.
sábado, 1 de octubre de 2011
Mensaje del Diputado Zoé Robledo en Sesión Solemne donde el nombre del Profr. Édgar Robledo Santiago fue inscrito en letras doradas
Honorable Asamblea
Señor Gobernador, Juan Sabines Guerrero,
Don Juan Gabriel Coutiño Gomez, Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado
Señoras y señores:
Para esta legislatura, es un honor continuar el proceso de inserción en Honor de este Honorable Congreso del Estado Libre y Soberano de Chiapas. Nuestra Casa Republicana.
El espacio en donde se encuentran, en donde se deben encontrar, los pensamientos distintos y trascendentes. El lugar en donde la libertad se convierte en causas y razones. Aquí, los muros del recinto registran visiones y sentimientos diferentes, pero que siempre coinciden en una propuesta común: un Chiapas mejor para todos, el Chiapas del Siglo XXI.
Es igualmente honroso, recibir a los titulares de los Poderes Ejecutivo y Judicial en esta sesión solemne, muestra de la cooperación y fraternidad democrática que vivimos en nuestro Estado.
Señor gobernador Juan Sabines Guerrero, sea usted bienvenido
Señor Magistrado presidente, muchas gracias por su presencia
Es un honroso deber para nuestra generación, reconocer a los hombres y mujeres que vivieron en Chiapas o para Chiapas. Se hace así un homenaje republicano a quienes han aportado a esta tierra fecunda y pródiga en personajes distinguidos en los diversos planos de la vida humana. Al hacer este homenaje, se refrenda el reconocimiento que existe y tiene vida propia en la memoria de los chiapanecos. El siglo XX y el siglo XXI son también historia. Y estos personajes son protagonistas contemporáneos de la evolución chiapaneca. Son referentes de talento, congruencia y compromiso.
Representan también el esfuerzo que miles de mujeres y hombres han hecho y hacen en la vida cotidiana. Al inscribir los nombres en los muros, queremos que permanezca el ejemplo, la inspiración y el recuerdo.
Hoy, se inscribe en este recinto el nombre del profesor Édgar Robledo Santiago. El nombre de un educador que dejó la mayor parte de su vida entre los chiapanecos que más lo requerían. Se registra el nombre de un profesor, que convirtió la didáctica, aprendida en los modestos espacios educativos de la Sierra, en un instrumento de justicia y esperanza.
Este Honorable Congreso del Estado, por el acuerdo plural de sus integrantes, reconoce al maestro que acompañó a varias generaciones de chiapanecos en sus salones de clase y en su vida comunitaria. Le rinde homenaje al maestro que construyó, con su experiencia diaria, un esquema de pedagogía para los pueblos olvidados.
Seguramente don Édgar Robledo Santiago no pensó nunca en los muros del homenaje. Seguramente estuvo ocupado pensando en llevar el alfabeto a las niñas y niños marginados del progreso. Seguramente estuvo pensando en cómo convencer a más chiapanecos de que la escuela es el refugio más completo para la liberad y las perspectivas de la dignidad humana.
Su vida al servicio de muchas vidas, no se entiende sin un triple acto de fe: cumplir, hasta las últimas consecuencias, con los ideales que institucionalizaron a la Revolución Mexicana, los que le dieron sentido a la lucha armada, identidad a la sociedad y futuro a la nación: la escuela rural, el sindicalismo y la seguridad social. De esta trilogía republicana fue protagonista incansable e inspiración permanente.
Señor Gobernador. Magistrado Presidente. Compañeros Legisladores. Familiares y amigos del Profesor Édgar Robledo.
La herencia del profesor Robledo no es de una familia ni de una persona o de un gremio o grupo en particular. Es un legado que vivirá mientras haya un maestro chiapaneco dispuesto a dar el esfuerzo extra. Vivirá mientras haya un joven que transita el camino de la escuela con la esperanza de ser mejor cada vez que se asoma por las aulas. Vivirá mientras haya chiapanecos que piensen que la educación es una responsabilidad de toda la sociedad y no solamente de los maestros o el gobierno.
Al rendir homenaje al profesor Édgar, se reconoce el esfuerzo de los maestros de Chiapas, a los maestros rurales, a los maestros de la Sierra Madre. Se reconoce que hay mucho por hacer y que el camino es largo y complicado, pero también se reconoce que, hoy, en Chiapas, ya sabemos cuál es el rumbo y el sentido. En el Chiapas del Siglo XXI educar, como lo sentía el viejo maestro rural, es liberar, es crear, es construir, es creer.
Queda el nombre del Profesor Édgar Robledo Santiago en los muros. Queda el recuerdo en la memoria y el ejemplo para toda la gente buena de Chiapas. Viva ahí para siempre, Profe Édgar, su lección ha sido aprendida.
Muchas gracias.
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